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viernes, 5 de agosto de 2016

Las cinco apuestas fuertes de Colombia en los Olímpicos



La delegación nacional tiene entre sus deportistas a un quinteto con el que buscarán la gloria.



Mariana Pajón, Jackeline Rentería, Catherine Ibargüen, Fernando Gaviria y Yuri Alvear. (der. a izq.)



Este viernes, Colombia comenzará el sueño olímpico en Río 2016, y para que todo se convierta en realidad, la delegación nacional tiene cinco deportistas con los que espera grandes resultados: Caterine Ibargüen, Mariana Pajón, Fernando Gaviria, Yuri Alvear y Jackeline Rentería. Aquí, el perfil de cada uno.

Ibargüen, por un salto de oro

Catherine Ibargüen es la mayor esperanza colombiana de ganar una medalla de oro en estos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, lo es porque en los últimos 4 años se ha mantenido casi que imbatible en el salto triple, lo ha dominado a su antojo, ha impuesto marcas importantes y llega a estas justas como la gran favorita al primer lugar.


La atleta nacional, de 32 años, llega a estos Juegos con el propósito de ratificar lo que ha hecho en las últimas cuatro temporadas, luego de su medalla de plata en los Olímpicos de Londres 2012, cuando fue derrotada por Olga Rypakova, esa vez, la colombiana saltó 14 metros 80 centímetros. De ahí en adelante, Ibargüen ha sido la reina del salto triple.


Así lo dicen las dos medallas de oro que ha obtenido en los Mundiales de Atletismo, el primero en Rusia en 2013, cuando se subió a lo más alto del podio, luego de derrotar a sus rivales con un registro de 14 metros 85 centímetros, un primer puesto que anhelaba, pues lo quería conseguir para ratificarse como la mejor del planeta.

Y dos años después, en el Mundial de China, volvió a dejar a sus contrincantes luchando por el resto del podio, porque son su metro y 80 centímetros y sus 70 kilos, las batió en la final del salto triple con una marca de 14 metros 90 centímetros, en sus dos resultados más importantes.

Ibargüen, además, no ha tenido rival en la Liga de Diamante, pues en esa competencia domina desde el 2013. Ya lleva tres títulos en la Liga y su invicto llegó a caer este año en la válida de Birminghan, cuando Rypakova la derrotó.

En esa pista quedaron 34 victorias seguidas, 34 marcas registras con el sello de Ibargüen, que en Río de Janeiro debe ratificar que es la mejor del mundo en esta disciplina.

Y si a eso le agregamos lo que ha hecho en este ciclo olímpico, pues Colombia debe estar tranquila en los Juegos de Río, porque Catherine se impuso en los Juegos centroamericanos y del Caribe y en los Juegos Panamericanos de Toronto.

Pajón, pedales de oro

Ese carisma que siempre he demostrado, esa alegría de montarse en su bicicleta t salir a rodar sobre la pista ondulada, esa misma mística y ese profesionalismo es el que pondrá mariana Pajón en la pista de BMX de Río, en la que buscará ser la primera deportista colombiana en ganar dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos.

Ya para eso se preparó, una vez más sacrificó a sus amigos, a su familia en los últimos cuatro años, todo, en busca de su mejor forma para Río. Las victorias en las Copa Mundo, en los Mundiales, en los torneos locales e internacionales han tenido una sola razón: Los Olímpicos 2016.

Pero si algo tiene Pajón, es su amor por su país, por su deporte, por su gente, es por eso que cuando fue bronce en el Mundial de Medellín en la prueba contrarreloj en el primer semestre de este año no se echó a llorar, más bien subió al podio para recibir de la mejor forma una medalla, así por dentro el deseo de ser primera del podio fuera más grande.


Al día siguiente, Mariana, de 24 años, volvió al partidor, esta vez para intentar ir por el oro en la competencia por mangas. Sabía que no podía fallar, estaba frente a su gente, en la pista que llevaba su nombre y salió como u n volador, como lo hizo en la final de los Olímpicos de Londres en 2012 y se impuso, subió por el oro y esta vez su sonrisa sí era la de una ganadora.

Mariana Pajón sabe que la competencia no será fácil, que tendrá como rivales a las más fuertes del mundo, a las que ha derrotado, pero las que también la han vencido. La australiana Caroline Buchanan y la estadounidense Alice Post llegan con el mismo objetivo a Río, por lo que no hay ninguna confianza y Pajón no se colgará el oro antes de ganárselo en la pista olímpica.

Gaviria, el veloz

En Colombia no hay un ciclista más rápido que él y en el mundo es uno de los más rápidos. Su punta de velocidad es increíble, en los embalajes pasa como un rayo por al lado de sus rivales y los deja estacionados y en la pista en un hombre sagaz, inteligente, astuto, que a nada le teme y solo tiene en la mente el triunfo.

Así es Fernando Gaviria, el representante colombiano en la competencia del ómnium del ciclismo de pista en los Juegos Olímpicos, un hombre que hace soñar a este deporte con su primer metal dorado en toda historia, porque el pedalismo nacional ha ganado plata con Rigoberto Urán en Londres 2012 y bronce con María Luisa Calle en Atenas 2004, en una medalla peleada en los tribunales.

Gaviria, criado en el campo antioqueño, se hizo ciclista por su papá, quien le enseñó a pedalear y a ser un granador. Despuntó en el Tour de San Luis de 2015, cuando en dos ocasiones batió a uno de los mejores velocistas del planeta: el británico Mark Cavendish, quien será uno de sus rivales en Río.

El equipo Etixx-Quick Step lo firmó, vio en él a un futuro ganador de grandes clásicas como Milán San Remo y a un posible embalador imbatible en el Tour de Francia, Vuelta a España y Giro de Italia.


En la presente temporada, Gaviria ya lleva tres victorias de etapa en el World Tour, la máxima categoría del ciclismo en el mundo, tras sus triunfos en la Tirreno Adriático y los dos que obtuvo en la Vuelta a Polonia.

Y en la pista se ha mostrado imbatible, pues en los dos últimos años ha sido el oro del ómnium en los Mundiales. La última vez fue en febrero pasado, cuando se impuso con 205 puntos, 15 más que el australiano Glen O’Shea y 24 más que el italiano Elia Viviani.

Es uno de los ocho deportistas colombianos que ha tenido un ciclo olímpico sin errores, con oros en los Juegos Bolivarianos, Juegos Suramericanos, Juegos Centroamericanos y del Caribe y Juegos Panamericanos, un potencial campeón que deberá ratificarlo en la pista del velódromo de Río de Janeiro.

Tiene 22 años y a pesar de su corta edad el lugar de su casa donde guarda los trofeos y las medallas le queda pequeño y allí, en un lugar privilegiado, quiere poner la medalla olímpica.

Yuri, ahora va por más

Fue una mala tarde en Londres de la vallecaucana Yuri Alvear. Bueno, tal vez no fue tan mala, porque al finalizar el día ella estaba en el podio, no en el primer lugar, pero sí en el tercero, recibiendo la medalla de bronce en la categoría de los 70 kilos del judo.

Esos Juegos Olímpicos, los de 2012, eran para ella los de la confirmación de su clase, pues cuatro años antes, en las justas de Pekín, quedó de séptima, y la idea era superar lo realizado, y lo hizo, aunque le quedó el sinsabor de haber ganado el oro.

En solo 10 segundos ese metal dorado se le escapó, subió al tatami y al frente tenía a la francesa Lucie Dacosse, con quien ya se había enfrentado, pero un descuido de la vallecaucana de 30 años la llevó a quedarse en el piso sin ninguna reacción, porque ese combate clave solo duro 10 segundos.

Horas después, Alvear volvió  al escenario a pelear por el bronce, medalla que ganó, tras vencer en ese decisivo enfrentamiento a la china Fei Chen, en el triunfo más importante en lo que va de su carrera deportiva y por el que lloró por segunda vez en esa ocasión.

nació en Jamundí (valle del Cauca) y en este ciclo olímpico le ha ido muy bien, pues logró el oro en los Juegos Bolivarianos, en los Suramericanos, en los Centroamericanos y del caribe, pero noi pudo completar el ‘grand slam’, al conseguir el bronce en los Juegos Panamericanos de Toronto, el año pasado.


Su vida deportivo comenzó desde muy pequeña, allá en Jamundí, el municipio vallecaucano que la vio nacer el 29 de marzo de 1986, pero su nombre comenzó a sonar, y duro, en 2009, cuando en los Países Bajos se apoderó del título mundial de los 70 kilos del judo.

Ese fue el resultado que partió en dos la vida de Yuri, porque después de esa medalla dorada sus buenos resultados comenzaron a verse más seguido.

Río de Janeiro es una ciudad que le trae buenos recuerdos, porque casi un año después de haber logrado en bronce en Londres, viajó a Brasil y se colgó el oro en el Mundial, ya era el segundo en su cosecha personal.

En 2014, se fue para Rusia a defender el título mundial y lo consiguió, pero el año pasado este certamen se realizó en Astana y allí recordó la amarga tarde de Londres, porque en el combate por el cupo a la final volvió a caer y fue en busca del bronce, metal que logró al final.

Un bronce consiguió en los Juegos Panamericanos de 2007 en Río de Janeiro y cuatro años más tarde fue plata en las justas de Guadalajara, resultados que demuestran que ha sido asidua visitante del podio.

Jackeline y su lucha

El 20 de junio pasado, la vallecaucana Jackeline Rentería salía del quirófano a la sala de recuperación en una clínica de Bogotá. Una vez se despertó, el preguntó a la enfermera que cómo le había ido en la operación de la maxilar inferior, luego de haber sufrido una fractura días antes en un combate en una gira por Europa.

La respuesta fue seca: “Niña, todo salió bien”. En ese instante, la ilusión de la medalla de oro de esta atleta nacional de 30 años volvió, porque luego de conocer la seria lesión, pues en su cabeza le rondó la posibilidad de no ir a los Juegos Olímpicos, los terceros en su carrera deportiva.

Habló con el médico y cuando se paró de la cama comenzó sus entrenamientos físicos, porque la idea era tratar de perder el menor tiempo posible. Poniendo mucho empeño, como lo ha hecho a lo largo de su dilatada carrera deportiva, Rentería fue al Centro de Alto Rendimiento donde pasó largas horas de práctica. Casi que a las cuatro semanas de recuperación ya hacía sus primeros combate cuerpo a cuerpo, en los que respondió de manera brillante.

Jackeline recuperó la confianza, volvió a sentirse la deportista de alto rendimiento con excelentes resultados y la tranquilidad de hacer una buena figuración en los Olímpicos de Río regresó.

¿Qué es hacer una buena participación para ella? Sencillo, ir por el oro, porque no quiere quedarse con él, luego de los dos bronces que ha conseguido en los Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012.


Hace 4 años el oro estuvo cerca, pero   la canadiense Tonya Verbeek se lo impidió, tras derrotarla en un combate previo en el que la ganadora avanzaba en la pelea por el primer lugar y sembraba a la otra en la lucha por el bronce, a Rentería le correspondió lo segundo.

La medalla de oro ella la ve cerca, no se atreve a decir que la conseguirá y solo promete dar la pelea. ¿Será que la tercera es la vencida?

Tiene algo a favor, esta vez la clasificación la consiguió en 2015 y llega con la posibilidad de haber tenido tiempo para entrenar, mejorar su técnica, la táctica y analizar a las rivales que se va a encontrar en Brasil, aunque la duda grande es su estado de forma luego de la operación, pero ella le resta importancia a esa circunstancia: “Ya es pasado, tengo que vivir el presente y ese es Río”, señaló.

Para Londres todo fue  más complicado, pues logró la clasificación a última hora y llegó presionada. Aun así se subió al podio


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